- ¿A qué te sientes llamada por el Señor? Me siento llamada a ser esposa del señor y una madre para mis hermanos que sufren en cuerpo y alma, hasta que Dios me regale la vida eterna.
-¿Cuál y cómo es tu relación con Jesús? Es una relación de amor verdadero… dialogamos en la oración, siento su Divina Providencia todos los días, confío en Él como único salvador y fuente de la felicidad… mi única riqueza es Jesús y cada día confirma que soy para él.
-¿Por qué crees que tienes vocación a la vida consagrada y para el Ordo? Por que siento que Él me eligió primero y lo he sentido desde la adolescencia, fue en la confirmación que sellé un compromiso de amor con él.
-¿Cómo desarrollas tu vida diaria? ¿Qué haces de qué vives? Trabajo como profesora de religión en el Colegio Santa Marta; todos los días realizo mis oraciones de camino al trabajo o con mis alumnos, en la tarde trato de ir a la misa diaria que la necesito para recuperar las fuerzas espirituales y ofrecer lo que me pasa durante el día… cuando tengo ganas de llorar, lloro junto al sagrario
- ¿Qué miedos tienes? Mi gran miedo es ser una persona autosuficiente, por eso busco la vida comunitaria como una manera de crecer junto a otros, de saber que necesito que me corrijan cuando estoy en un error, si Dios es trinidad, es imposible vivir una vida de fe solitaria.
- ¿Qué sueños tienes? Sueño con la unidad, con el proceso ecuménico y diálogo interreligioso. Sueño con una sociedad que se preocupe de los sufren y les de una oportunidad para vivir dignamente. Sueño con una Iglesia pobre y humilde, que lucha y defiende a los marginados de cada tiempo de la historia.
- Seamos felices porque todo es gracia, es un regalo de nuestro Señor, aún en momentos difíciles nos confirma su amor.