Comenzó el retiro con una oración y luego con la presentación de la experiencia vivida en la Asamblea Eclesial en la que participó como asambleísta virtual Orielée López. El Papa Francisco envió un mensaje a los asambleístas y les pidió tener encuenta dos palabras: "Escucha y Desborde". Escuchar el clamor del pueblo de Dios que grita al cielo y acoger el desborde de la gracia del Espíritu Santo nos está dando en este nuevo tiempo de la Iglesia. En este clima se vivió el retiro.
Le preguntamos a las participantes ¿qué ha significado para ti este retiro?
Tita Maturana, expresó: “Ha sido un retiro muy entretenido y a la vez como mucha profundidad me lleva tarea para todo el año”.
Carmen Gloria Ñancupil, señaló; “Ha sido un espacio de reflexión sobre el estado de mi vida respecto de la vocación en el Orden de las Vírgenes. También me ha permitido un diálogo abierto con el sacerdote que dicta el retiro, reencantándome con la iglesia y sus desafíos. Ha sido sobre todo un espacio de intimidad con Cristo que me sirve para recargar pilas y seguir disfrutando su amor y compartiéndolo con las personas que me toca compartir la vida”.
Agregó Ana Liberona; “Para es el retiro ha sido un encuentro personal con Cristo, un tiempo de gracia de permanecer con nuestras lámparas encendidas y la riqueza del encuentro comunitario”.
Manifestó emocionada, Ana María Álvarez, “lo maravilloso del retiro cuando uno se abre al Espíritu Santo, porque es verdad que a veces ponemos resistencias es que, no necesariamente el Espíritu habla por el predicador, muchas veces habla por lo acontece en el retiro, ya sea el gesto de una hermana, las palabras de una hermana, la naturaleza, el Señor es tan creativo para decirte lo que necesita decirte. Yo le agradezco al Señor que siempre me sorprende en los retiros nunca quedo frustrada, se me aparece donde nunca pensaba que se me podía aparecer. Muy agradecida por tener este tiempo disponible para Él.
El retiro se realizó en un ambiente de fraternidad y alegría.