Por NANCY VELÁZQUEZ
Este año nos ha ofrecido la necesidad de poder contemplar elo misterio de la Misericordia.
Vista la Misericordia como: Alegría, serenidad, paz en nuestra vida. La Misericordia es una condición para adquirirla. Es empatizar con el otro. ¿Cómo vivirla desde la alegría? El objetivo principal de este año ha sido acercarnos al mayor silencio que tiene que ver con ser testigos de la Misericordia del Padre. Será la contemplación.
Este año nos ha regalado mayor tiempo de silencio y recogimiento de la propia experiencia de Dios. Ha sido un año con el Padre, rico en Misericordia. Un año que nos ha invitado a acogerlo a El como Padre, en la relación filial como hijo.
La Misericordia tiene que ver con la vida sacrificada. La misericordia evoca el sacrificio de nuestra vida. Dios es un Padre compasivo y misericordioso. Él no quiere que nos perdamos sino que nos salvemos.
Recordemos el icono de los 10 leprosos que clamaban a Jesús para ser sanados. Es la primera vez que el (Jesús) no materializa con ellos un milagro. Les dice que se vayan con sus sacerdotes. Ellos se van…y en el camino se van curando. De los 10 sólo uno volvió. Era un Samaritano (extranjero) este se pone de rodillas y da gracias por haberlo curado.
Jesús le dice “levántate, ponte de pie porque has sido salvado. Por eso el Papa Francisco nos ha invitado a vivir la misericordia. Por eso nos ha presentado a Jesús como “ese rostro misericordioso en la unión entrañable del Padre con Jesús. Jesús presenta las necesidades al Padre, y el Padre actúa. Jesús actúa en conjunto con el Padre.
Ser testigos de la Misericordia será acaso que volvamos a Jesús para agradecer.
“Somos testigos de la Misericordia”. Jesús siempre actúa a través de las mujeres…a través de las 10 vírgenes. Se manifiesta a ellas entre la fe y la salvación. Ellas perseveran en esta relación con Dios. Las hace testigos de su misericordia. Las hace ser promotoras de que la vida ¡Hay que vivirla! Esto lo vivimos, lo sentimos, lo experimentamos, es posible que lo vivamos en la propia experiencia.
El Papa Francisco nos ha presentado la misericordia de Dios para vivirla con intensidad este año. Nos ha invitado a encontrarnos con el rostro misericordioso de Dios.
CLAVES PARA ENTENDER EL AÑO DE LA MISERICORDIA.
Somos misioneros de la Misericordia. “seamos misericordiosos como el Padre. Ahora entendemos mejor este año. Este entendimiento nos tiene que llevar a impulsar las peregrinaciones como símbolo de amor. Porque la idea es lograr la conversión de vida de las personas. Redescubrir las obras de la misericordia espiritual.
El amor es vida concreta, de intenciones, actitudes. Dios se siente responsable porque él se siente responsable de nosotros. Él quiere que seamos fieles.
Toda la liturgia nos remite a actitudes, recogimiento, la propuesta del Santo Padre nos cuestiona. ¿Cómo estoy viviendo este año como cristiano?
Que hay de la propia reconciliación de la invitación a vivir la Misericordia.
Promover la indulgencia. La reconciliación. Con Dios todo es posible. Podremos alcanzar la salvación y la santidad a través de la Iglesia. Este es un tiempo para dejarse tocar el corazón por Dios. Este es el tiempo de escuchar el llanto de los inocentes. Este año ha sido un tiempo de gracia.
Finalmente, no podemos olvidar la acción de la madre, de María.
María no podía estar ausente de esta misericordia de Dios.
Nos invita a comprometernos para poder vivir la tranquilidad, la paz a través del rostro misericordioso de Dios.