Por NANCY VELÁZQUEZ
Y nosotros los de afuera seguimos creyendo que lo hacemos bien, que nuestras conciencias quedan tranquilas por el objeto con cinta y papel de regalo.
Amigos, en esas Casas de Menores surgen gritos y llantos en la mitad de la noche o en cualquier hora del día, ¡gritos que los de afuera no escuchamos! Gritos profundos cuando la madre las deja por primera vez en esos recintos, con adultos y niñas que de ellas no son nada. Hay niñas que se descontrolan, que buscan por donde escaparse para volver a casa por estar con los que ama.
Hay juegos que los de afuera ni siquiera imaginamos, juegos que en su inocencia nos desconciertan, que hieren nuestro pudor.
Hay rabias capaces de romper todo lo material que los de afuera nunca nos damos por enterados.
-¿Por qué idas y venidas a Tribunales?
-¿Por qué estoy aquí, “como presa” y el que me violó está en libertad?
-¿Por qué estoy aquí, y mi mamá no me cree que su pareja me tocó?
- ¿Por qué estoy aquí sí quiero estar en mi casa, con mi comida, con mi ropa, con mi abuela?
-¿Entiendes por qué sus muñecas no tienen nombres?
No tienen nombre porque son muñecas ajenas. Tuvieron otra dueña.
Son muñecas para desatar la rabia que llevan dentro y que no comprenden.
Muñecas mutiladas porque ellas mismas lo están.
-¿Por qué en el Colegio dicen “cuidado llegaron las niñas del Hogar”
-¿Por qué me da vergüenza decirle a mi primer pololo que vivo en un Hogar?
-Me lo dan todo, es verdad, pero me dan lo que yo no pido, o lo que a muchos les sobra.
-Dicen que me cuidan, pero no entiendo este cuidado. Y me enojo, y me dan deseos de golpear a todos.
¿Cómo cambiar esto pareciera no haber formulas?
Aunque si podemos aportar a solucionar con cosas simples, creo yo, por ejemplo:
a).-Desestimar de una vez por todas el Nombre “hogar de menores” por otra denominación que no ayude a las niñas a sentir que son excluidas, que no las identifique con una especie de reclusorio.
b).-Que dentro de lo anormal que les toca vivir vivan lo más normal posible, que puedan ir a fiestas con sus compañeras en libertad, que puedan ir al Colegio en micros y no en furgones.
c) Que cuando los colegios o las empresas deseen visitarlas (os) lo hagan para jugar, para reír, para compartir la vida…Ellas no quieren tanta torta ni tanto dulce, quieren roce, cercanía, cariño de verdad.
d) Ahhhhh y por caridad. Hablen con ellas de Dios y del amor infinito que les tiene…porque en ocasiones esa privación de vida normal hasta Dios queda afuera.